Aunque durmamos 1/3 de vida, soñemos siempre

La extraña sensación que tenemos al despertar tras un sueño es parecida a la interpretación que a veces hacemos de la realidad en estado de vigilia. Esa confusión entre realidad y ficción se entremezclan de manera difusa y nos impide pensar con claridad. En nosotros está creer o no en algo que de manera consciente o inconsciente llegamos a pensar. 

Así es como Woody Allen nos introduce a ritmo de jazz - como nos acostumbrados - en la historia de 'Magia a la luz de la luna' con el personaje del mago empirista (Colin Firth) que se topa con la médium (Emma Stone). Ésta basa su pensamiento de manera antagónica basado en la creencia y la espiritualidad.

Además la actriz también protagonizará la siguiente película del afamado director junto a Joaquín Phoenix con un argumento que nos suena familiar viniendo de él si echamos la vista atrás en su filmografía. La trama es sencilla: un profesor de Filosofía se relaciona sentimentalmente con una de sus alumnas en plena crisis existencial.

Volviendo a 'Magia a la luz de la luna' decir cabe que no es ni mucho menos una obra menor del director newyorkino, lo que sucede es que no todos los días son domingo para desgracia de muchos. Lo que casi siempre se puede decir de sus trabajos es que aparte de mantenernos enganchados a ellos nos hace reflexionar sobre aspectos intangibles como son la vida, el amor, la filosofía o la religión. En algo "habrá" que creer, nos sugiere siempre el autor.

La palabra magia la cual se incluye en el título hace alusión de forma metafórica a nuestras ilusiones tanto despiertos como dormidos y de eso la fábrica de sueños, como se denomina al cine, va servida.

En definitiva, la moraleja de la última pieza del trabajo de Allen es que la vida es como las películas, hay una parte de ellas en las que hay que dejarse llevar ya que la racionalidad muchas veces no casa con la felicidad. He ahí la dualidad entre la realidad y las apariencias del mito de la caverna de Platón, que también quiso reflejar otra película como es Matrix, de los hermanos Wachowski (Andy y Lana).

Extremoduro para todos los públicos

Rockeros, el que no esté colocado que se coloque

El grupo de música Extremoduro publicó ayer en su web una nota en la que invitaba a sus seguidores a ubicarse en los conciertos, o bien en una zona tranquila para verles y oírles con detenimiento, o en otra en la que poder bailar y brincar con sus canciones más movidas.

Gustos variados

Está por ver cómo funciona esta propuesta en los conciertos, que aunque será una elección libre y no tiene mayor trascendencia, nos recuerda una vez más la "ruptura interna" de Robe Iniesta y los suyos con la esencia de Extremoduro a lo largo de la mayoría de estos 27 años de carrera musical. El Rock Transgresivo del que son dueños y amos en el panorama nacional, y en algunos puntos internacionales, ya no protagoniza sus discos como vimos en 'La ley innata' (2008), 'Material defectuoso' (2011) o 'Para todos los públicos' (2014), aunque en este último se incluyen de nuevo algunos temas "cañeros" como 'Mi voluntad' o '¡Que borde era mi valle' , pero la minoría absoluta.

Evolución musical

La evolución de su música a letras menos efusivas y más profundas no tiene porqué ser algo negativo musicalmente hablando. Como a toda persona que madura nadie dice, hace o escucha lo mismo hoy que hace 20 años o dentro de ese mismo tiempo. Si echamos la vista atrás es probable que nos demos cuenta que era imposible que siguiesen el mismo ritmo de finales de los años 90 y principios del siglo XXI con temas como 'Golfa', 'Extremaydura', 'Puta', 'La vereda de la puerta de atrás' 'Sol de invierno' y otros muchos más, durante frenéticas horas de concierto.

Nuevas  motivaciones

Como todo en esta vida, una vez que vemos colmados nuestros deseos y aunque no lo queramos, en cierto modo no tenemos la misma motivación e ilusión de los principiantes, aunque no tiene por qué ser siempre así. Lo que está claro es que a Robe ya no le motiva tanto hacer letras como las que le otorgaron el mayor reconocimiento que puede obtener un músico, y no es precisamente el de la Medalla de Extremadura, sino la fiel entrega de su amplio y variado público. De hecho el título de su último disco 'Para todos los públicos', que además es el mismo que el de la actual gira, es un claro guiño a sus seguidores.

Con temas rockeros o suaves, con separación de sus seguidores o no en los conciertos, en la Tierra o en Marte, a donde nos contaban que se iban en su canción 'Extraterrestre' , lo que es seguro es que seguirán llenando sus conciertos allá a donde vayan y no dejarán indiferente a nadie como acostumbran desde que se consolidaron a finales del siglo XX.



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